Como ustedes saben, la Patente de Corso era un documento entregado por los monarcas de las naciones por el cual el propietario de un navío tenía permiso de la autoridad para atacar barcos y poblaciones de naciones enemigas. Las patentes de corso fueron muy utilizadas en la Edad Media y la Edad Moderna cuando las naciones no podían costearse marinas propias o no lo suficientemente grandes. De esta forma Francia, Inglaterra y España las emplearon ampliamente. 

 

En pleno siglo XXI, aunque no se lo crean, la Patente de Corso sigue existiendo. Ahora no se atacan barcos ni se saquean ciudades, ahora la Patente de Corso consiste en poder humillar, denigrar e insultar a los ciudadanos europeos que tienen la valentía de volar con Ryanair. Y es que Ryanair confunde, desde su creación, la oferta de vuelos baratos con el transporte de ganado. Ya les digo yo que muchos animales que se transportan por carretera al matadero reciben un trato más digno que los pasajeros de Ryanair.

 

Pero poco se puede esperar de una compañía cuyo presidente ha dejado a lo largo de los últimos años perlas como estas: “Los pasajeros que no imprimen su billete deben pagar 60 euro por ser idiotas”. O esta otra: “Estamos sorprendidos por el número de clientes que no solo quieren que cobremos un impuesto a los gordos, sino que también los torturemos”. Estas frases y muchas otras (que no pongo por no aburrirles), expresan claramente la filosofía empresarial de la compañía aérea, líder en España, que no es otra que la maximización de los beneficios por encima del cualquier consideración ética e incluso legal. 

 

A estas alturas de la columna ya sabemos al menos dos cosas de Ryanair, que odia a los gordos y que piensa que los pasajeros son idiotas. Y lógicamente todavía le gustan menos las personas con discapacidad, porque representan un estorbo, una molestia inaceptable pues pueden retrasar el embarque del resto de los estúpidos pasajeros y obligar a “perder tiempo” a la tripulación a la hora de ponerse a vender loterías o perfumes.

 

Todos los desmanes con las personas con discapacidad (mírenlo en Google) los disfrazan con la famosa frase “por motivos de seguridad”, y no es verdad. Yo creo que hay una estrategia predeterminada de persecución a las personas con discapacidad para que decidan volar con otras compañías, que por cierto no suelen poner pegas a pesar de estar sujetas a las mismas medidas de seguridad a las que alude constantemente Ryanair.

 

En el diario oficial de la Unión Europea, de fecha 26 de julio de 2006 se publicó el REGLAMENTO ((CE) No 1107/2006 DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO) sobre los derechos de las personas con discapacidad o movilidad reducida en el transporte aéreo. Reglamento que en su párrafo segundo dice:

 

“No debe por lo tanto denegarse el transporte a las personas con discapacidad o movilidad reducida alegando su discapacidad o movilidad reducida, salvo por motivos justificados por razones de seguridad y establecidos en la ley. Antes de aceptar reservas de personas con discapacidad o movilidad reducida, las compañías aéreas, sus agentes y los operadores turísticos deben hacer todos los esfuerzos que sean razonables para comprobar si existe un motivo justificado por razón de seguridad que impida que dichas personas viajen en los vuelos en cuestión.”

 

Y volvemos al titular, “La Patente de Corso” en la edad media la firmaban los Reyes, hoy la firma la propia Comisión Europea, porque después de hacer un reglamento tan bonito, deja a las compañías hacer lo que quieran amparándose en la famosa frase “salvo por motivos justificados por razones de seguridad”.

 

Por todo esto creo que el problema real no es tanto Ryanair como la legislación europea que no ha sido capaz de salvaguardar la igualdad de derechos para las personas con discapacidad.  Necesitamos una legislación sin ambigüedades que no permita a las compañías aéreas emplear “Patente de Corso”. 

 

Estoy convencido de que la manifestación del sábado, convocada por el CERMI, ha sido el principio de una lucha que solo tiene un final posible: justicia e igualdad.